Estamos presenciando una de las mejores etapas dentro del rol de un adorador. Estamos literalmente presenciando el Reino de los Cielos en la Tierra. Poco a poco más y más personas están tomando conciencia de los propósitos para las cuales fueron creadas. La famosa frase dentro de la oración que hiciera Jesús "venga tu reino, hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo" (véase Mateo 6:10) se está dando lugar dentro de la oración de cada creyente. 
  
El propósito original de Dios siempre fué expandir el Reino de los Cielos aquí en la Tierra. Es por esta razón que creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza para que "tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo." (véase Génesis 1:26-30).  
  
Como parte de ésta identidad, también se está tomando conciencia acerca de los diferentes sonidos que existen en el Cielo como parte de la adoración que constantemente se lleva a cabo para que de esa manera se logre atraer el Reino de los Cielos a la Tierra.  
  
Por muchos años la música de adoración ha sido caracterizada por operar en lo que se conoce como Adoración Sacerdotal. Este tipo de adoración es el que se expresa de la Tierra al Cielo. Es el deseo apasionado de afectar el corazón de Dios con palabras y sonidos de amor.  
  
Los sonidos que forman parte de la adoración sacerdotal son: paz, amor, intimidad, celebración, entre otros. Estos sonidos provocan expresarle a Dios nuestras palabras mas lindas y como consecuencia sentimos Su presencia de una manera tierna y paternal. Cada melodía dentro de éstas categorías invitan a sentir paz y sentir el amor que sólo El puede dar.  
  
Como consecuencia de la restauración del oficio del Profeta en los años 80, estamos familiarizándonos mas con las diferentes funciones, activaciones y dimensiones del mismo. Dios nos ha estado dando una revelación fresca acerca de como podemos ser capaces de discernir Su voz y Su corazón y de cómo comunicarlo a través de melodías y sonidos espontáneos. Este nuevo concepto se conoce como Adoración Profética, un tipo de música y sonido que revela la atmósfera de adoración que se vive en el Cielo con el objetivo de afectar al ser humano con los propósitos de Dios para ese preciso momento. 
  
Dentro de las diferentes razones para atraer los sonidos y las melodías del corazón de Dios se encuentran: sanidad, guerra, interseción, entre otras. Cada melodía dentro de éstas categorías expresan la mente y el corazón de Dios y atraen la atmósfera de la adoración celestial. Pueden ser utilizadas para declarar sanidad, derribar y cancelar espíritus malignos, o simplemente disfrutar del sonido espontáneo que sale de las manos del salmista. 
  
En estos últimos tiempos Dios ha seguido restaurando a Sus profetas y se ha encargado de incluir a los Apóstoles. Junto con ésta restauración, también se ha activado la revelación de lo que se conoce como Adoración Apostólica. Este tipo de adoración se caracteriza por transmitir y comunicar el dominio y gobierno de Dios para una iglesia, una ciudad o una nación. Sus melodías y sus sonidos están cargados de la autoridad del Padre y van de la mano con declaraciones que anuncian alineamiento y cambio de dirección para unirse a los propósitos divinos de Dios para un punto geográfico en específico.